Sentado en el salón de clases en mi primer día de universidad, llegué temprano y me tocó esperar, era un sueño, estaba en las aulas de la universidad, pensé en algún momento que eso no pasaría y allí en ese pupitre, escribí las siguientes líneas: Hoy inicio un sueño, sueño que quema en mi corazón desde hace muchos años, inicia un camino que será muy cansado y complicado, pero le pido a Dios me de fuerzas para terminar con mucha más energía que con la que empiezo. Porque él conoce mi corazón, conoce a lo que aspiro, sabe que su Reino es lo más importante para mí, aún a costas de mi vida. Anhelo ser más que un estudiante, más que un comunicador, seré el mejor de los comunicadores, porque represento al mejor de los Padres. Declaro que será glorificado en mi vida y que el éxito obtenido será mío, lo tendré en mi corazón, porque estoy convencido de que Jehová ha sido quien me ha levantado, no en mis fuerzas, sino yo descansando en las suy